Etapa 6 Gallegos de Argañan - Almeida
Introducción
La frontera (in)visible
Se nota que entramos en Portugal por lo diferente del asfalto en la carretera después de pasar el puente sobre el río Turones. El paso por el fuerte de Nuestra Señora de la Concepción ya anunciaba con anterioridad que el discreto valle de aquel río fue una frontera duramente disputada. Existen otros vestigios de esa antigua guerra entre España y Portugal: el castillo de Gardón, escrito con la grafía Goardão en el siglo XVII, era la fortaleza que “guardaba” la frontera española; del lado portugués, se construyó un reducto en Vale da Mula, pero la clave del sistema defensivo de la restauración de la independencia portuguesa (1640) está 7 km más adelante, en Almeida. Esta ciudad fue “escondida” detrás de poderosas murallas y, aún hoy, la estrella exacta de su perímetro, sólo verdaderamente visible desde el aire, representa un momento singular de la lucha por la frontera.
Si comienza la jornada de madrugada, no olvide el chaleco reflectante hasta Alameda de Gardón. Las pequeñas manchas de pinares indican que el paisaje está empezando a cambiar. Más adelante, hay que vadear la rivera de Dos Casas, lo cual puede ser difícil en época de lluvias. Al pasar la frontera, cambia el idioma de las gentes y cambia también la hora.