Etapa 8 Pinhel - Trancoso
Introducción
El viento que moldea el granito
Pasados los granitos grises de Pinhel, comienzan las viñas, que van puntuando el paisaje hasta Valbom, la primera parada del día. Al pasar la rivera del Porquinho por el antiguo puente, junto a la iglesia matriz, va a sentir la sensación de estar recorriendo una aldea de origen medieval. Si no consiguiera abastecerse de agua y alimentos en la localidad, hágalo en la gasolinera un poco más adelante, pues los tramos siguientes son más dificultosos y no encontrará muchos puntos de apoyo. Hasta Póvoa d’El Rei el camino es cómodo, si bien con pocas sombras. Después de pasar la rivera de Massueime por el puente medieval, empieza la subida hasta Ameal, por senderos solitarios a lo largo de aquel curso de agua. La segunda parte de la etapa le va a llevar a pasar por prominentes macizos graníticos, vigilantes solitarios de un paisaje desértico, que la mano humana no parece haber osado tocar. Antes de Falachos y después de São Martinho podrá subir a estas bóvedas naturales de subterráneas e invisibles construcciones y, en este último lugar, disfrutar de una soberbia vista de Trancoso. Para completar la jornada, hay que bajar al valle y entrar en el perímetro amurallado de Trancoso por el lado norte. Recorra la villa por intramuros hacia el sur y occidente, donde se localizan los principales elementos de interés.