Etapa 21 Redondela - Pontevedra
Introducción
La costa de las ostras
Hasta Ponte Sampaio, la etapa es deslumbrante, con la ría de Vigo siempre al lado. No deje de observar los impresionantes conjuntos de hórreos a lo largo del trayecto. Entre Cesantes y Tuimil, el cruce de la carretera N 550 puede ser peligroso, pues los arcenes están asfaltados, por lo que son una prolongación de los carriles de circulación. El corto ascenso a la vertiente occidental del Alto da Cabaleira compensa por el descenso, realizado sobre tierra pisada y siempre con el horizonte marítimo de las rías acompañándonos. En Ponte Sampaio, famoso por sus ostras, llega el momento de descansar, aprovechando la armonía de los elementos que allí se conjugan.
Del otro lado de la ría, la subida es corta, por tramos de una vía de origen romano, hoy hecha con irregulares losas de piedra antiguas. Más adelante, a pesar de los tramos asfaltados, el bosque que nos rodea refuerza la soledad y la nostalgia de las primeras etapas, hace ya tantos días atrás…
Falta poco para Pontevedra, ciudad militante jacobea. Si llega temprano (si es posible hacia las tres de la tarde), podrá descansar un poco en el albergue para después salir a descubrir el centro histórico libre de tráfico, donde quedará deslumbrado con la capilla de la Virgen Peregrina y muchos otros rincones pontevedreses.